Señales de alerta

Los estudios científicos demuestran claramente la importancia del diagnóstico precoz de varios tipos de cáncer, en estos casos, el tipo y tamaño del tumor, y su propagación son los factores más importantes para determinar los tratamientos a seguir.

A nivel mundial se considera que los diversos medios disponibles para la detección precoz salvan miles de vidas cada año

Si sabemos cuáles son las características normales y funcionamiento de nuestro propio cuerpo, ante determinadas alteraciones podremos consultar al médico y colaborar con un diagnóstico oportuno, una ayuda fundamental para que el tratamiento del cáncer sea más efectivo.

Desde que nacemos, nuestro organismo va evolucionando progresivamente, caracterizando las diferentes etapas que vivimos. A causa de la lentitud con que van ocurriendo estos cambios normales, a veces es difícil detectarlos.

 Si bien no todos los cambios que ocurren en nuestro cuerpo suceden necesariamente a causa de una enfermedad, existen señales específicas que nos alertan y deben llevar a que consultemos al médico.

Las señales de alerta son:

  • Cambios en el funcionamiento habitual del intestino, como pueden ser alteraciones en el número de deposiciones, estreñimiento, diarrea o aparición de materias con sangre.
  • Alteraciones en el funcionamiento de la vejiga, observando irregularidades como por ejemplo: en el color de la orina o que la misma mancha la ropa.
  • Pérdida normal de sangre, modificaciones del flujo vaginal o de las secreciones del pene.
  • Aparición de flemas con sangre, tos o ronquera persistente.
  • Presencia de durezas o abultamientos en las mamas o en otra parte del cuerpo.
  • Aparición de nuevas manchas, verrugas o lunares.
  • Una herida o llaga que no cicatriza, fundamentalmente en las zonas expuestas al sol.
  • Cambios de color, crecimiento, picazón o sangrado en manchas, verrugas o lunares.
  • Indigestión o dificultad al tragar.
  • Adelgazamiento, pérdida de apetito y cansancio.